Trabajo
Desde
el 1 de enero tengo el honor de ser el director del
Departamento de Filosofía
del University College London. Tengo que aclarar que, si bien es un honor, no es una muestra de mi valía: me ha tocado hacerlo a mí porque no había nadie más disponible. De todos modos creo que no lo estoy haciendo mal. El ambiente en el departamento
es bueno, y eso es importante.
Todavía
tengo tiempo para hacer filosofía. Nada espectacular, pero no mucho menos de lo
que sería capaz de hacer en condiciones ideales.
Me he
cambiado de despacho. He dejado el que heredé de Mike Martin hace
catorce años en el sótano de 19 Gordon Square. Ahora estoy en el que ha dejado libre en el segundo piso Marcus
Giaquinto al jubilarse. Es grande y acogedor.
La
revista Teorema ha publicado
un simposio de
mi libro sobre el escepticismo,
con comentarios de nueve filósofos y mis respuestas. Este privilegio se lo debo al director de Teorema, el filósofo Luis Valdés.
Oxford
University Press va a publicar mi libro sobre el
Tractatus de Wittgenstein. Saldrá el año que
viene.
Familia
Mi hija
Clara ha terminado el bachillerato (A-levels) con notas excelentes y ha empezado a
estudiar
veterinaria en Edimburgo. Le gusta la carrera y lo está pasando en
grande.
Mi hija Alicia
ha terminado la ESO (GCSEs) con muy buenas notas. Ha empezado el bachillerato en
Woodhouse College. Está muy contenta y aplicada.
Mi hijo Damián
ha terminado su primer año de instituto. Le va muy bien. Tiene muchos amigos y
campa por sus respetos. Todavía toca el piano.
Estoy
muy orgulloso de los tres.
Inma y
yo seguimos juntos, después de 26 años.
Aficiones
Sigo
yendo a las sesiones de
dibujo del natural en
Bethnal Green siempre que puedo.
Sigo haciendo bocetos de
gente en lugares públicos, y de
lo que veo en los museos. He hecho muchos
retratos con acuarelas. También pinto
objetos con
acuarelas. Los paisajes todavía se me resisten.
Sigo
tocando el saxo con mi amiga Sabine todos los domingos que estamos los dos
disponibles, aunque últimamente he encontrado menos tiempo para practicar.
Mi quinta
temporada con
el Scallywag. 754 millas náuticas; 35 días de navegación. Todo ha ido bien. En julio mi amigo Chris y yo hicimos
un crucero por Normandía. Es lo más lejos que he ido con el Scallywag.
Sigo
yendo a trabajar en bicicleta siempre que me siento con fuerzas. Sigo con la
bicicleta de siempre pero me he comprado un candado
Kryptonite, un sillín
Brooks azul marino, un casco
Bern blanco y una
chaqueta Vulpine preciosa, que es la prenda de vestir más cara que he tenido nunca.
Cualquiera diría que soy un hípster.
Vida social
Hice
una fiesta en casa para celebrar que cumplía cincuenta años. Vinieron unas
cincuenta personas, casi todas mis personas favoritas de mi entorno inmediato.
Compré una paletilla ibérica, un chorizo ibérico, un queso manchego y cincuenta
ostras del Blackwater, que además de ser el mejor criadero de ostras del mundo,
es donde tengo mi barco. Estuve toda la noche abriendo ostras y cortando jamón,
queso y chorizo para mis invitados. Lo pasé de maravilla.
En
julio nos fuimos la familia de vacaciones a Kaş, en Turquía. Qué sitio más bonito
y agradable. Gente amable y sin pretensiones y paisaje espectacular. Qué pena
que el idioma turco sea tan difícil.
En Noviembre
hicimos una reunión de reencuentro con
mis compañeros de instituto en
Zaragoza, a los que no veía desde hace treinta y dos años. Fue
un evento maravilloso. Estuvimos comiendo, bebiendo, hablando y bailando hasta el amanecer.
Antes de acostarnos desayunamos chocolate con churros.
Agenda cultural
He
visto menos películas, comido en menos restaurantes e ido a menos conciertos
que otros años. La mejor película que he visto es
Boyhood, cené bien en
The Green Man and French Horn, y
me encantó escuchar a Timothy McAllister tocar el concierto para saxofón de John Adams en
una de las Proms.
He ido a muchas exposiciones. Las mejores han sido
la de
los recortables de Matisse y, sobre todo, la de
Anselm Kiefer.
Lo mejor que he leído este año, y en muchos, muchos años,
son las tres primeras entregas de
Mi lucha,
de Karl Ove Knausgaard. Una narración conmovedora de las tribulaciones de un
hombre de mi generación en un estilo único. Si no traducen el resto pronto voy
a tener que aprender noruego.
Me he empezado a interesar por los paisajes a la acuarela de pintores ingleses del siglo XX. Me he comprado uno de
Edward Wesson y uno de
Trevor Chamberlain, y voy detras de uno de
John Yardley.
Edward Seago, el mejor, está fuera de mi presupuesto.
Asuntos varios
He descubierto los inhibidores de la bomba de protones. ¡Viva la ciencia!
Hace tiempo que quería tener una boina y mi hermano me compró una para mi cumpleaños, una Elósegui Superlujo. Ahora con el frío me la pongo bastante.
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En Heathrow con boina |
Propósitos
y deseos para el año que viene
Terminar de escribir las cosas que tengo pendientes
y empezar a pensar otra vez sobre el realismo y la verdad.
Aprender a pintar paisajes con acuarelas.
Recorrer con Damián el tramo vasco-navarro del
GR11.
Un crucero con el Scallywag a algún sitio nuevo. Hasta
Amsterdam, o al oeste de Normandía.
Empezar a aprenderme el
Caprice en Forme de Valse de Bonneau, aunque es posible que sea más de lo que soy capaz.
Que mis hijos sigan prosperando.
Que Inma y yo todavía estemos juntos dentro de un año.