Hace seis meses que empecé a comprar y vender acciones. He invertido en total 5400 libras. El precio de mercado de mis acciones, hace unos momentos, era 7071 libras. He ganado el 30% de lo que invertí. Es decir, hubiera ganado eso si las hubiera vendido en ese momento, pero como no las he vendido no he ganado ni perdido nada. Todo depende de lo que valgan cuando las venda, y en estos tiempos tan turbulentos no se puede asumir nada.
Compro y vendo con un par de empresas en línea: TD Waterhouse e Interactive Investor. Comprar o vender cuesta unas 10 ó 12 libras por operación. Al comprar hay que pagar además el 0.5% en impuestos.
Mi técnica es la siguiente. Empiezo por repasar las recomendaciones de los columnistas de periódicos y revistas, recopiladas diariamente en This Is Money. Si algo me llama la atención, leo en Yahoo las opiniones de los analistas, y si me sigue interesando leo lo que dice la gente en los foros de discusión en LSE e Interactive Investor. Basándome en esta información formo opiniones más instintivas que racionales sobre las perspectivas de las empresas. No suelo encontrar muchas que me parezcan prometedoras. Cuando decido comprar, intento decidir a la vez a qué precio voy a vender, aunque no soy muy disciplinado. También me he propuesto vender siempre que el precio baje más del 10% de lo que pagué, auque todavía no me he visto en esa situación.
My primera compra, en julio, fueron 1400 libras de acciones en una gran multinacional minera. Luego en agosto compré 1500 libras de una empresa de informática, y en septiembre otras 1500 en una empresa de residencias de estudiantes. Las de la empresa de informática subieron de los 82 peniques por acción que pagué a unos 100 peniques, pero luego se estancaron, y siguen estancadas, alrededor de ese precio. En octubre las vendí a 95 peniques. Gané 226 libras, descontando impuestos y comisiones.
Con el dinero de esa venta compré acciones en una empresa de tecnología con patentes de un sistema para fermentar cerveza y otro para descontaminar centrales nucleares en desuso. Estas subieron como la espuma, desde las 4’17 libras que pagué por acción hasta las 6’10 que me dieron cuando las vendí mes y medio después, ganando 743 libras. Después de venderlas yo, siguieron subiendo un par de semanas y llegaron a las 7 libras por acción, pero luego se desplomaron y ahora valen 4’58.
Las de la multinacional minera subieron desde las 30 libras que pagué por acción a 41 libras. Entonces las vendí, con la intención de volverlas a comprar, prediciendo, correctamente, que bajarían un poco antes de seguir subiendo. Una semana después valían 39’50 y compré aún más de las que había vendido. Mi plan era venderlas a 46. Desgraciadamente, aunque llegaron a 45, luego empezaron a bajar, y cuando llegaron a 40’30, temiendo que siguieran bajando, las vendí. Ahí me equivoqué, pues inmediatamente después de venderlas volvieron a subir, y ahora valen otra vez unas 45 libras. Curiosamente, siguen sin alcanzar las 46 libras que yo me había marcado como objetivo. Al final con esta empresa gané unas 460 libras.
A principios de diciembre, con el dinero que recibí por estas acciones y las de la empresa de cervecerías y centrales nucleares, compré 2800 libras de acciones en uno de los grandes bancos, y 2400 en una pequeña empresa farmacéutica que ha patentado, entre otras cosas, un inhalador de Viagra. Por último, ayer vendí las de la empresa de residencias de estudiantes, que después de subir de las 1’99 libras por acción que pagué a unas 2’20, volvieron a bajar y se habían estancado al precio original. Las vendí a 1’96, perdiendo unas 50 libras, pero quería el dinero para comprar acciones en una empresa de minas de carbón en Inglaterra que me interesaban desde hacía tiempo, y después de un largo estancamiento habían empezado un ascenso espectacular. He ganado 120 libras en un día.
Y así están las cosas. A lo mejor es la suerte del principiante, pero esto no parece difícil. Por otro lado, si tomara en cuenta el tiempo que empleo en recopilar información a lo mejor la cosa no parecería tan rentable. En cualquier caso, por muy bien que me vayan las cosas no me voy a hacer rico con esto. Para eso, me parece a mí, hay que invertir mucho más, o invertir en empresas con mucho más riesgo, como las que buscan petróleo u oro. Yo creo que cada uno tiene que encontrar el nivel de riesgo con el que se sienta a gusto, sin forzar las cosas, para poder decir con cierta naturalidad que sea lo que dios quiera.
viernes, 14 de enero de 2011
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1 comentario:
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