jueves, 4 de junio de 2009

Con carboncillo del natural


Anoche fui otra vez a la sesión de dibujo del natural en Hampstead. Estoy empezando a dibujar con carboncillo, y en la pose larga me atreví a usarlo por primera vez con un cuerpo humano. Uso unas ramitas de sauce carbonizadas que chirrían cuando las deslizas por el papel, dejando una huella negra de una intensidad deslumbradora. Cuando aprietas, con el papel vertical, el polvo que no se ha adherido al papel se derrama en un torrente negro que comunica una vitalidad primaria. Es una actividad deliciosamente física y primitiva, al extremo opuesto de la experiencia humana que, digamos, el AutoCAD. Sin cosas así no se puede vivir.

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