martes, 20 de abril de 2010
El padre de mis hijos
El viernes fui a ver Le père de mes enfants, una película de Mia Hansen-Løve. Está basada en la historia real de un productor de cine de autor que ante la inevitable quiebra de su productora se suicida. Antes del suicidio, la película nos muestra la vida del productor. Es un hombre inteligente, afable y sofisticado, aparentemente feliz, con un trabajo envidiable y una familia maravillosa. Después del suicidio presenciamos los esfuerzos de la viuda por salvar la productora y los primeros pasos independientes por la vida de la hija mayor. No me parece que la madre tenga en la película el protagonismo que el ftítulo le otroga.
Es, por encima de todo, una película preciosa, llena de imágenes bellas de la ciudad, de los alrededores de la casa de campo donde la familia pasa los fines de semana o de sus últimas vacaciones en Italia. Hansen-Løve parce encontrar belleza mire donde mire, y tiene la generosidad y la destreza técnica para compartirla con nosotros.
Hansen-Løve parece haberse propuesto tomar el punto de vista de un observador ingenuo, que no entiende o renuncia a reconocer los significados convencionales de los episodios de una vida humana. El suicidio del productor es un acontecimiento más, algo que ocurre un día. No es incomprensible, pero tampoco es el resultado inevitable de una situación desesperada. En su vida había cosas malas, pero también muchas cosas muy buenas. En general, Hansen-Løve no intenta imponer una lógica al desarrollo de la acción. Nos muestra una serie de episodios de un manojo de vidas, sin animarnos a pensar que esconden un sentido profundo. El único mensaje parece ser que hay cosas buenas en el aquí y ahora, y que siempre las habrá, a pesar de todo. Con la hija mayor vemos que la vida sigue y se renueva sin menoscabo, a pesar del padre muerto.
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