Este fin de semana he salido a navegar en Firebird. Últimamente suelo salir de patrón, pero esta vez el patrón era mi amigo Bill. A Bill acaban de admitirlo como patrón del club, pero con la condición de que las dos o tres primeras veces que saque un barco vaya con otro patrón de más experiencia que luego informe al comité sobre su pericia. Prefiero salir de patrón, pues aunque no me gusta dar órdenes, me gusta aún menos recibirlas, excepto cuando vienen de personas que acepto instintivamente como superiores. Supongo que son vestigios genéticos de cuando vivíamos en manadas. De todos modos no me importa salir con Bill.
Bill y yo empezamos en la vela de crucero con Seahorse, más o menos a la vez. Desde entonces hemos navegado mucho juntos. En el 2005 hicimos la Fastnet, y luego compartimos nuestras primeras experiencias como patrones: un fin de semana en el Solent en un Sadler 32 y una semana en Escocia en un Elan 333. Yo empecé a navegar con Phoenix hace un par de años, y él hace unos meses. Bill y yo somos muy distintos. Él se guía por principios en muchos casos en los que yo sigo mis instintos. A pesar de esto somos compatibles.
El resto de la tripulación eran dos socios de Phoenix que no conocíamos: un diplomático de unos sesenta años y un hombre de mi edad que parecía dedicarse a la especulación inmobiliaria. En estos cruceros de Phoenix pasas un par de días conviviendo intensamente con un grupo de personas que no habías visto nunca y que probablemente no vuelvas a ver. Aunque parezca increíble, suele funcionar.
El sábado fue un día perfecto para navegar, frío pero despejado, con vientos moderados y la marea a nuestro favor. Lo pasé en grande al timón de Firebird. Cuando voy de patrón suelo dejárselo a los otros. Nuestra intención era pasar la noche del sábado en Yarmouth, pero justo antes de entrar en el puerto oímos el parte meteorológico que pronosticaba un temporal, así que nos volvimos a Cowes, para estar más cerca de nuestro puerto de base en Portsmouth, por si acaso. Cowes es el centro de regatas más prestigioso de Inglaterra, y quizás del mundo. Está en la Isla de Wight, a orillas del río Medina. En el río se respira tradición náutica. El temporal llegó por la noche, tal y como estaba previsto. Por la mañana había amainado. Volvimos a Portsmouth bajo un cielo amenazador pero sin problemas.
lunes, 26 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario