Acabo de solicitar la naturalización como ciudadano británico. ¿Por qué? Llevamos casi quince años viviendo en este país. Aquí tenemos trabajos y una casa. Nuestros tres hijos han nacido aquí, y nunca han vivido en otro sitio. Hasta ahora no nos lo habíamos planteado, pues la ley española nos hubiera privado de la ciudadanía española si hubiéramos adquirido la británica. Perder la nacionalidad española no me parecía buena idea. Así que cuando nacieron nuestros hijos los registramos en el consulado español, les sacamos pasaportes españoles y ahí quedó la cosa.
Ahora bien, hace unos meses me enteré de casualidad de que la ley española ha cambiado, y que ahora sí te permiten tener doble nacionalidad. Me enteré leyendo sobre la decisión del gobierno español de ofrecer la ciudadanía española a los veteranos de las Brigadas Internacionales. Antes del cambio en la ley, para aceptarla tendrían que haber renunciado a su nacionalidad original. Así que empecé a investigar qué tendrían que hacer nuestros hijos para obtener la ciudadanía británica. Me enteré, para mi sorpresa, de que las dos mayores no tenían que hacer nada, que ya eran británicas. El pequeño, sin embargo, por un cambio en la normativa entre la fecha de nacimiento de sus hermanas y la suya, sí tenía que hacer un trámite burocrático para registrarse como ciudadano británico. Este trámite, además, es casi idéntico al que tendríamos que hacer mi mujer y yo para naturalizarnos. Tal y como están las cosas ahora, gracias a la Unión Europea, ser ciudadanos británicos no nos proporciona ninguna ventaja práctica, pero las cosas pueden cambiar: dicen que no hay imperio que mil años dure. Por otro lado, no nos acarrea ningún inconveniente, si exceptuamos las mil libras de la tasa de solicitud. Además parece raro que la mitad de la familia tenga una nacionalidad que la otra mitad no tiene. Finalmente, aunque está claro que culturalmente no soy británico ni lo seré nunca, sí siento cierta afinidad con este pueblo. No me importa estar de su lado. Estas son mis razones.
Ser ciudadano naturalizado no parece ser lo mismo que ser ciudadano de origen. En primer lugar, si me ofrecen la ciudadanía británica, para aceptarla tengo que jurar o prometer fidelidad a Isabel II y sus descendientes, en un acto público. Los que nacen británicos no tienen que hacer este juramento o promesa, aunque quizás la ciudadanía conlleva estas obligaciones de manera implícita. En segundo lugar, el gobierno puede decidir retirarte la ciudadanía británica si considera que el interés público lo requiere, siempre y cuando al hacerlo no te convierta en apátrida. Una vez más, ahora que lo pienso, que yo sepa lo mismo vale para los ciudadanos de origen. O sea que a lo mejor no hay ninguna diferencia. Empiezo a entender por qué hay personas inteligentes a las que les interesa la filosofía política.
viernes, 30 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Pues estoy haciendo los trámites para la nacionalidad española. Estoy completamente de acuerdo con tus comentarios sobre que uno no debe olvidar sus raices o cultura. La mezcla de las dos culturas es genial y yo quiero doble nacionalidad para que no tener que llevar mi pasaporte británico a todo lado. Un DNI parece mucho más razonable. Parece que todavía no hay acuerdo entre el Reino Unido y España en este asunto dado que la página del Ministerio del Interior dice: "En el caso de que haya adquirido la nacionalidad española por residencia, por carta de naturaleza o por opción habrá de:
El mayor de 14 años y capaz de prestar una declaración por sí mismo, habrá de jurar o prometer fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes.
Declarar que renuncia a su anterior nacionalidad. Salvo que el interesado esté alguno de los supuestos de doble nacionalidad."
No pienso renunciar mi nacionalidad británica. De todas formas, si uno no va al consulado para renunciar su nacionalidad y si tenga su pasaporte británico, pues a final sigue con las dos nacionalidades ¿no?
Muy buen artículo por supuesto. La habilidad de adaptarse a la cultura y apreciar las diferencias es la clave para disfrutar la vida y las dos culturas. Saludos.
Gracias por tus comentarios, Christopher, y buena suerte con la burocracia española.
ACTUALIZACIÓN:
Mi amigo (un traductor autorizado para el gobierno español) me ha explicado la situación de esta manera:
Cuando renuncies tu nacionalidad actual en España, solo está renunciando tu derecho de ser reconocido como extranjero en España. O sea, yo estaría renunciando mi derecho para ser reconocido aquí en España como Británico ya que para el gobierno español, yo sería Español (nada más). En cuanto al gobierno británico (con la mente abierta), para ellos tendría yo dos nacionalidades (la española y la británica) y podría elegir entre las dos.
En fin, está todo casi listo. El registro me pidieron unas antecedentes penales (que no tengo ninguna) con el apostille y traducido. Solo tengo que esperar un par de meses más para la resolución definitiva (en teoría).
Saludos.
Buena suerte Christopher.
Según me explicaron a mi la situación es como sigue. Si tienes doble nacionalidad, cuando estás en uno de los países de los que eres ciudadano no tienes derecho a recibir asistencia del otro.
Publicar un comentario